Instante número 114 de soledad
[Entras a un espacio amplio, muy iluminado y con algunos focos encendidos innecesariamente, se ve desolado pero hay huellas de por lo menos una conversación entre dos no hace mucho tiempo, colillas de cigarros y un par de vasos vacíos fuera de lugar, la televisión habla y habla pero no le pescas el sentido, como si lo que no para de decir no estuviese dirigido a ti, bajo el tragaluz un cuadro caído y un zumbido intenso desde el final del pasillo el cual sigues magnéticamente, es el ventilador de una computadora encendida, la ventana de colores flotando en el vacío sin rumbo, sin fin… solo ahí… todo el tiempo ahí…
Tratas de buscar tu rumbo, tu fin…
Nada…
solo ahí… todo el tiempo ahí…]
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Una peculiar forma de subjetivarse...
«Y cuando ordenador era un término que se aplicaba a trabajadores de carne y hueso, los cuerpos que los componían eran mujeres. Hardware, software, wetware… antes de sus comienzos y más allá de sus límites, las mujeres han sido las simuladoras, ensambladoras y programadoras de las máquinas digitales»
Sadie Plant (1997), Ceros + Unos.
El propósito de tu existencia es….??????
Una película de increíbles colores…. Y contrastes de todos típos….
[La vida de Young-goon da un vuelco completo a partir de que un día su bicicleta le hace saber que no es humana sino un cyborg.
Encontramos en un día cotidiano a Young-goon trabajando en una fábrica de radios y repentinamente mientras recibe instrucciones por el altoparlante: “Subir la antena, bajar el interruptor, pegar la cinta, cortar el cable” ella corta el cable: Sus venas…
El altoparlante continúa: “ahora enchufar el cable” y Young-goon se enchufa a si misma. Electrocutándose. Es ya un robot.
“La joven se da cuenta de que los humanos son maquinas, que se agotan y deben cargar su energía para seguir un día mas. Que no hay que sentir, ni mucho que decir, tal vez nada, ni hablar ya y que deberíamos todos estar en su misma rigidez catatónica ante la realidad en que vivimos (cuando ya no tenemos mas energía, como le sucede a ella). Y por supuesto seguir los mandamientos (la órdenes de siempre que nos llegan y vienen del afuera).”
Da ahí directo al psiquiátrico…
Ella es un robot y la vemos como tal, sus uñas son balas, su lengua un sistema de roldadas.
La guerra ha estallado entre humanos y máquinas, pero ningún bando puede igualar el poder de ella... aunque su gran debilidad radica en quedar descargada por completo…
"Lo romántico de esta historia está en un suceso de creer o reinventar. Hacerle creer a Young-goon que se le instala un procesador de arroz para que coma (otro gran tema actual que toca: la anorexia) sin arruinar ni oxidar su maquinaria robótica cuando solo se le dibuja una puerta con marcador en su escuálida espalda."]
Escribiendo… sé
[Su máquina de escribir le permitía irse construyendo su vida, capitulo a capitulo se iba constituyendo; solo había un pequeño detalle, a diferencia de las otras máquinas esta no podía ni borrar ni sobrescribir, existía un desfase en el tiempo y en ocasiones primero escribía y después lo vivía o lo vivía mientras lo escribía…
Ella podía plasmar en papel todo lo que se le ocurría ya fuese imágenes que soñaba despierta o dormida, hechos reales o símbolos a descifrar…
Y el papel la plasmaba a ella de igual forma… La leía, se leía…
La gran complicación se presento el día en que ambas dejaron de funcionar…]
